Una mujer corría desenfrenada despojándose de sus vestiduras, descalza, ensangrentada y gritando por las calles del noroeste de Las Vegas. Cuando la policía la detuvo, estaba desnuda.
Dijo que su nombre era Danielle, y que la sangre de sus manos era del "cordero de Dios".
Danielle Yvonne Slaughter no parecía estar lesionada, dijo la policía. Creen que la sangre era de su hija de 6 años, Kyla Franks.
El novio de Slaughter había llamado a la policía a su casa, donde los investigadores hallaron a la niña en un dormitorio. Un par de tijeras, junto a ella.
"¿Yo maté a mi hija ¿Está muerta", preguntó Slaughter, de 27, a los detectives que la interrogaron antes de ser arrestadas el lunes.
La policía dijo que cree que las tijeras fueron usadas para atacar a la niña, aunque aun no se conoce el resultado de la causa de muerte.
Slaughter se negó el miércoles a dejar su cama en la prisión para su primera comparecencia en la corte, acusada de homicidio. Un juez indignado cambió la cita para una nueva audiencia para el viernes y les advirtió a los guardias que deseaba que trajeran a Slaughter aunque fuese por la fuerza.
La abogada de la mujer, Andrea Luem, le dijo al juez que le preocupaba el estado mental de Slaughter y recomendó que se le hiciera una evaluación psicológica.
El novio de Slaughter, Ashton Lyken, y otras amistades de la mujer asistieron a la audiencia judicial.
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